La historia de Michael es un tanto anecdótica, pero además, su mensaje lleva un gran contenido.
Cuando me topé con la historia de este granjero, automáticamente “achiné” mis ojos y pensé… ¿$250 dólares?, ¿qué puede hacer con $250 dólares? Me dio mucha intriga.
Tengo que decir que el resultado al que llegó, es mucho mejor de lo que yo tenía como expectativa. En las imágenes se puede ver que tiene un estilo rústico pero acogedor.
Lo que importa es dar un mensaje.
Michael Buck es un granjero que vive en Oxford, Reino Unido, que a días de cumplir sus 60 años de edad, inició un proyecto que le proporcionaba diversión y además le permitía dar un mensaje, algo que él creía muy importante de comunicar a las nuevas generaciones:
“No es necesario estar toda la vida pagando grandes sumas de dinero por una casa,
es una provocación contra las hipotecas”.
El rol de educador, Michael lo lleva a todos los ámbitos de su vida, porque no solo es un profesor dentro de las aulas, sino también en su vida cotidiana.
Su mensaje invita a la reflexión:
“No se requieren grandes cantidades de dinero
para tener un lugar dónde vivir, tan solo un terreno y un poco de voluntad”.
Cómo quería ser coherente con sus palabras y generar un impacto en las personas, decidió hacerlo de la mejor manera: con el ejemplo. Construyó su cabaña en poco más de siete meses, sin utilizar herramientas eléctricas, porque no contaba con electricidad en el lugar.
Su desafío era realizar la construcción con la menor cantidad de recursos posibles, y partiendo de este punto, comenzó a calcular los costos inevitables que iba a tener. Algo muy gracioso es que reconoció que realizó mal los costos, porque pensaba hacerlo con menos de $200 dólares, pero se dio cuenta que necesitaría un poco más de paja para el techo.
La ficha de la cabaña
• Cocina, comedor y baño.
• Una cama estilo “loft” (en altura).
• Techo de paja.
• Estructura de madera.
• Hogar a leña que hace de estufa.
• Agua que llega por tuberías, desde un manantial.
• Paredes realizadas con mezclas de arcilla, arena, paja y estiércol.
• Pisos de madera extraída de tablones de una casa abandonada.
• Ventanas realizadas con el parabrisas de un viejo vehículo.
De esta historia me sorprendieron varias cosas:
Lo primero es que esta persona se propuso un doble desafío y lo logró. Construyó una casa con a un costo que cualquiera podría decir que es “imposible”, y como si esto fuera poco, su mensaje se propagó por Internet a nivel mundial, sin costo alguno.
Lo segundo que me produjo una gran sorpresa fue leer varios comentarios que decían cosas como estas:
• Ahhh… pero la casa no tiene luz.
• Pero en los $250 dólares no está contando el costo del terreno.
• Pero nadie le va a aprobar la construcción porque no cumple con los requisitos.
• Pero él pudo hacerlo porque tenía las habilidades para construir la casa.
• Pero el baño es una letrina.
• Peros… peros… peros…
Faltaba criticarle que la casa no tenía un ascensor (elevador).
Mi sorpresa mayor fue que a ninguno se le cayó una idea para rentabilizar o mejorar lo que este hombre había hecho.
Está claro que Michael no buscaba hacer dinero con esto, lo dijo bien claro: lo que quiero es dar un mensaje. De hecho como si fuese un chiste, le alquiló la casa a un granjero por un litro y medio de leche.
Pero muchas personas no solo que se enfocaban en las partes negativas, sino que no encontré uno que dijera “podría rentabilizar ese proyecto de esta manera”. No se trata de descubrir la pólvora, sino de mostrar como ante la misma situación, unos ven la parte negativa y otros ven las oportunidades.
Y si existe un lugar en Internet donde espero que podamos ver las cosas de otra forma, (oportunidades en vez de problemas) es en esta página.
Por eso es que me propuse el desafío de buscar un ejemplo positivo para rentabilizar el proyecto de Michael. Él se propuso construir la casa a un costo casi imposible, y dar un mensaje, yo me propuse encontrar una posible forma de rentabilizar su proyecto para dar otro mensaje.
Y en dos días me topé con algo que desconocía, el mundo del “glamping”.
¿Qué es el “glamping”?
El glamping se podría decir que es hacer camping a todo lujo.
Cuando alguien se va de camping, lleva una carpa, una bolsa de dormir (saco de dormir), busca un lugar gratuito para acampar o alquila uno, y con eso se arregla. Pero hay otra manera de hacer camping, con un poco más de glamour.
Carpas (o tiendas) especiales, cabañas rústica pero con un diseño interior de mucho estilo, cuevas acondicionadas en medio de una montaña o iglúes sobre la nieve, hechos con bloques de hielo. Algo que es “normal” para una cultura, para otra puede tener un atractivo especial que puede generar el deseo de conocerlo.
Existen páginas en Internet que hacen de intermediarios entre quienes poseen estos “refugios” en medio de la naturaleza, y quienes desean alquilarlos. Es algo parecido a lo que hace AirBNB, pero esto se orienta a un nicho más específico:
“Alojamientos al aire libre, cuidadosamente seleccionados en todo el mundo”.
¿Qué tipo de construcciones de pueden encontrar?
De todo tipo, algunos muy ingeniosos. Hay opciones que son más sofisticadas que la construcción de Michael, y otras que son mucho más precarias, pero que tienen un encanto más ligado a lo cultural del lugar.
¿”Imposible” o… “no se me ocurre cómo hacerlo”?
• Para casi cualquiera construir con 240 dólares una vivienda es algo completamente imposible, pero Michael lo hizo.
Entonces… ¿era imposible o no sabían cómo hacerlo?
• Para la mayoría hubiera sido completamente impensado ganar dinero con esa casa, pero alguien pensó que brindar una forma distinta de hospedaje en lugares naturales podía ser rentable y lo hizo.
Entonces, nuevamente… ¿era imposible o la mayoría no sabía cómo hacerlo?
Espero que te haya gustado el artículo, no olvides dejar tu aporte debajo.
Te dejo un cordial saludo.
Atte.
Martín Omar.
Saludos Cordiales
Realmente sorprendente, te escribo desde Ecuador y te comento que aqui se esta promoviendo el turismo comunitario en donde la gente que viene de otros paises se hospedan en casas que quedan en comunidades y que cuentan solo con servicios básicos (alcantarillado, agua y luz) en algunos casos la luz es remplazada con velas y el agua es recolectada en rios o fuentes cercanas, por tal motivo yo pienso que la casa de Michael aqui seria un gran atractivo turistico, es decir un arquetipo a seguir… muy buena idea GRACIAS…
Con cariño
Yanira
BUENOS DIAS YO SOY VENEZOLANO Y VIVO EN VENEZUELA SOLO CUENTO CON 800 DOLARES PARA INVERTIR PERO NECESITO UN CONSEJO QUE ME ORIENTE QUE PUEDO HACER CON ESTA PEQUEÑA CANTIDAD EN UN PAIS CON UNA SITUACION ECONOMICA COMO EL MIO QUE ES CASI IMPOSIBLE CONSEGUIR LOS BIENES DE USO RUTINARIO COMO JABON PASTA DE DIENTE HARINAS CARNES Y TODOS LOS INSUMOS NECESARIOS PARA LA VIDA DIARIA
Antonio, si ese es el problema generalizado de tu lugar, es un tremendo nicho, hermosos problema a resolver que promete mucho dinero. En tu queja hay una gran oportunidad. Sería un buen negocio invertir esos 800 dólares en encontrar una solución para al menos uno de esos problemas.
Saludos,
Martín Omar.
Genial la reflexión! hay que ver lo positivo, del resto todo se caera, y NADA que valga la pena, se logra con pesimismo… gracias!
Hola Martín, sigo tu blog hace mucho tiempo y he iniciado varios negocios…
me podrias proporcional tu email para comentarte mi caso?
Un saludo
Hola Arturo, mi correo es el que te avisó de esta respuesta, así que respondiendo a ese email que te avisó de esta respuesta, me llega directo.
Saludos,
Martín Omar.
Este ejemplo me hace pensar que no debemos esperar grandes recursos para hacer mejores en nuestras casas. Aqui en Nicaragua los materiales de construcción son muy caros y lo que han hecho algunos emprendedores es crear bancos de materiales y van proponiendo a los interesados formas de pagos en cuotas hasta completar el monto que necesita para hacer su construcción o anexo, el interesado va entregando cuotas semanales, quincenales o mensuales hasta completar el monto del dinero, el interesado se lleva su material, y así va siguiendo con su ahorro hasta completar su casa o anexo
Es cierto nos enfocamos en lo que no podemos cuando deberíamos pensar en como hacerlo sin contar las dificultades, ya que el reto es saber saltar los obstáculos que encontramos en el camino, el placer es saber que estamos avanzando.
Gracias Omar.
Buenas tardes Martin, tengo una duda, cuento con el dinero necesario para emprender un negocio altamente redituable, me podrias asesorar debo de hacer algun tipo estudio de mercado antes de comenzar? o que tipo de pruebas debo de realizar para saber el nivel de demanda? espero me pudiera ayudar gracias
Hola Erick, primero tenés que conocer a fondo el negocio para saber reconocer cuál es el corazón de este, qué es lo realmente importante, lo que hace que el negocio sea altamante redituable, lo que hace que la cosa funcione en ese negocio. Una vez que conocés esos puntos, tenés que ser ingenioso como para crear pruebas que confirmen que el corazón de ese negocio va a funcionar en cierto ámbito y para ciertas personas o empresas, a un nivel considerable. Recién ahí tenés un panorama real de qué tan redituable puede llegar a ser el negocio.
Te dejo un artículo relacionado: Un ejemplo de estudio de mercado, adaptado a tu realidad.
Saludos,
Martín Omar.
a mi me encanto la casita y su ingenio para lograrlo con una cantidad tan pakeña, es fenomenal.
Hola Martin, extrañaba tus correos, como siempre llenos de información y datos super importantes, la verdad, en mi pais conozco construcciones con mucho más presupuesto que no son ni la mitad de bonitas ni personalizadas como la de este señor, lo cual me indica que el concepto de pobreza no está en su cabeza, todo lo contrario, complementa su dinero con muchas otras cosas, lo cual convierte un bajo presupuesto en algo muy valioso que vale mucho más que su inversión inicial, si esto hace con lo que tiene, te imaginas todo lo que podría construir a gran escala, las opciones son muchas. Nuevamente mil gracias por compartir tan excelente artículo.
Lecturas como está me demuestran que el dinero esta en todas partes. Sin embargo, no ha de ser el objetivo principal, el cual es disfrutar de todo lo que uno hace.