“Aunque cuentes con dinero, los ricos no querrán hacer tratos contigo. Si no tienes negocios para traer a la mesa, tu dinero no vale nada.”
(Le dijo el Padre Rico a Kiyosaki).
Durante mucho tiempo no comprendí esta frase, hasta que comencé a cerrar algunos tratos y me di cuenta de “el valor de los negocios por sobre el valor del dinero”.
El valor de un negocio
Cuando comencé a hacer relaciones de negocios, comencé a comprender que tal como decía el Padre Rico de Kiyosaki, el dinero no era lo primordial en las transacciones, de hecho cuanto más voy aprendiendo, me voy dando cuenta que en los negocios, el dinero es solo un factor entre tantos otros. Cuesta mucho comprender este concepto, de hecho requiere de un cierto proceso, pero de a poco se puede ir asimilando.
Este artículo busca un avance en esa idea de ver el dinero como un limitante.
Muchas veces vemos como algo de otro planeta el “hacer dinero sin dinero” porque tenemos un concepto del dinero más importante de lo que realmente es (dentro del ámbito de un negocio).
Quiero ponerte en una situación, para que veas como el dinero queda relegado a un segundo grado de importancia:
Una oportunidad en vista
Supongamos que trabajas en una fábrica de juguetes y te enteras que el dueño de la fábrica, tu jefe, está muy feliz y preocupado a la vez porque acaba de firmar un contrato con un gran cliente que le comprará miles de productos, pero esto implica que tenga que adquirir una máquina nueva para alcanzar la producción que se comprometió a entregar. Tiene que fabricar 300 juguetes por día y con sus viejas máquinas apenas puede llegar a 100.
La solución es muy simple, ir y comprar la máquina nueva, pero tu jefe no cuenta con el dinero en este momento, por lo tanto no ve otra alternativa que sacar un préstamo en el banco.
Cuando te enteras de esta situación, se te prende la lamparita escuchas la voz del Padre Rico y de Kiyosaki que te dicen:
“Ayudar a las personas puede ser un buen negocio.”
“No trabajes por dinero, pon tu dinero a trabajar para ti.”
Y vez la oportunidad. Le prestarás a tu jefe parte de tus ahorros para que pueda comprar la máquina y te quedarás con los intereses que se estaba por quedar el banco.
Cuando te enteras que el valor de la máquina es de $10.000 dólares, te das cuenta que no llegas a cubrirlo, solo tienes la mitad, entonces llega otra frase de Kiyosaki a tu mente:
“Si quieres ser rico tienes que resolver problemas.”
“Primero haz el trato y luego consigue lo que te falta.”
Decides que harás el trato con tu jefe e incluirás a un amigo para que también entre en el negocio. Por un lado, tu amigo se estará beneficiando porque le estás ofreciendo una oportunidad para ganar dinero que antes no tenía, y al mismo tiempo, tu amigo te estará ayudando a completar el monto del préstamo. Gana tu jefe, tu amigo y ganas tú.
¿A qué amigo le ofrecerás esta oportunidad de negocio?
Raúl: no trabaja, no tiene intenciones de poner esfuerzo en nada que no tenga que ver con dormir. Recientemente cobró una buena suma de dinero de una herencia y piensa darse la gran vida hasta que dure. Su frase favorita es “La vida es una sola”. Si le ofreces esta oportunidad a él, seguro aceptará, es dinero fácil y sin esfuerzo.
Alejandro: también cuenta con la cifra que necesitas, ahorró durante un tiempo y no sabe bien en qué invertirlo, a decir verdad, tampoco se preocupa mucho por educarse financieramente y siempre termina colocando el dinero en el banco a un interés muy bajo aunque por lo menos siente que tiene su dinero “seguro”.
Ernesto: es vendedor de seguros, a diario tiene contactos con muchas personas y está leyendo un libro de negocios que compró luego de terminar de leer el libro “Padre Rico Padre Pobre” que le prestaste. Se dio cuenta que es necesario trabajar en su educación financiera y cada vez que te cruza, te busca para hablar de temas relacionados a eso. Comenzó a ordenar sus finanzas y hace unos días vendió una moto vieja que tenía en el garaje para comenzar a invertirla en oportunidades que antes no veía, pero que ahora se daba cuenta, estaban por todas partes. Ernesto es el que menos dinero de los tres tiene y hasta quizás ni siquiera cuente con la suma que necesitas, aunque seguramente se preocupará por conseguir el resto del dinero de alguna manera.
(Como verás dinero es lo que sobra, por lo tanto, la decisión pasará por otro lado).
Raúl es probablemente el que en este momento tiene más dinero y podrás contar con él para esta y otras inversiones (al menos antes de que se lo gaste todo). Pero eso sí, no esperes recibir de él otra cosa que no sea dinero a cambio de una ganancia.
Alejandro es uno de los casos típicos, alguien que decide ahorrar pero que no tiene intenciones de arriesgar ni aprender nada, solo quiere seguridad y que alguien más se ocupe de dársela y buscar los negocios.
Ernesto sería el más interesado seguramente, pero es el que en este momento menos dinero tiene.
Básicamente, si pensamos puntualmente solo en la inversión del préstamo para la juguetería, quizás te sería conveniente decidirte por incluir a Raúl. Tiene el dinero y te lo dará sin vueltas a cambio del interés que se merece.
Pero veamos un poco más allá. Para las oportunidades que se te presenten en el futuro, ¿con quién podrás contar?, y una pregunta clave:
¿Quién crees de estos tres amigos, que te ofrecerá a ti
oportunidades de negocios en un futuro próximo?
Sin dudas, yo invitaría al negocio a Ernesto, a pesar de ser la persona que menos dinero tenga en el momento. No me interesaría el dinero de Raúl o Alejandro, simplemente porque yo buscaría algo más que billetes (que es lo que sobra), mi intención sería formar un círculo donde todos aporten negocios y se pueda trabajar en confianza, proyectando a futuro cada vez inversiones mejores y más grandes.
Para terminar, quisiera adaptar la frase del Padre Rico al ejemplo:
“Aunque Raúl y Alejandro cuenten con el dinero, no me interesaría hacer tratos con ellos, porque no tienen intenciones de traer nuevos negocios al círculo de confianza,
por lo tanto, para mí, el dinero de ellos no vale nada.”
Espero que este artículo te sea de ayuda, si es así, ¡compártelo!
Te dejo un cordial saludo,
Martín Omar
Es claro que se debe tener una idea y luego el dinero. Esa idea nos hara conseguir mas dinero. Pero dinero sin ideas no produce nada
«Gracias amigo OMAR » por todo lo que nos aportas cada dia eres nuestra gasolina
Esta claro nuevamente hasta aqui. Viene a mi nuevamente que muchas personas no lo piensan así y el peor de los casos cuando se les intenta ayudar se enojan y no oyen a nadie tienen complejo de superioridad
muy interesante gracias, cada vez viendo las cosas mas claras…la riqueza es una formula escuche una vez ..ahora asi lo creo!
excelente articulo, una pregunta Omar , que comportamiento o que aspectos se notarian en una persona como Alejandro , cuando estan pasando a ser personas como Ernesto?
Edgar, básicamente el cambio se comienza a ver cuando la persona comienza a salir de lo que se conoce como «la zona de confort», que es esa zona de estancamiento donde «se está cómodo» y no se necesita pensar en nada (total los demás invierten por mí).
Salir de esa zona implica riesgo, aprender cosas nuevas, y eso puede traer algo de temor, pero si realmente se quiere pasar de un Alejandro a un Ernesto, hay que estar más dispuesto a afrontar los riesgos y superarlos, porque lo que hoy suena a «seguro», mañana puede sonar a «catástrofe» y personalmente, si una catástrofe financiera va a llegar en algún momento a mi vida, quiero que me agarre lo más Ernestizado posible jaja! es decir, lo más preparado que pueda, con una buena educación financiera para sacar provecho de la situación y no para hundirme en lamentos al darme cuenta que lo «seguro» era muy cómodo, pero no tan seguro.
El hecho de tomar acción y pasar de espectador a protagonista de tu vida financiera, es un buen síntoma del cambio.
Saludos,
Martín Omar
Interesante esto de ver varios puntos de vista, esto nos dice, abrir la mente, es bueno para ver de todos los ángulos.
Saludos
Excelente, gracias por enviarme todas estas informaciones valiosas
Yo personalmente (y así como leí en tu articulo anterior) eligiria «al del medio» es decir Alejandro, sin bien le falta actitud, creo que podría beneficiarse de la experiencia y cambiar su forma de ser ademas posee el dinero total. A lo que voy es que no lo descartaria en un principio. Y en el hipotético caso de que realmente haya mantenido la misma mentalidad, simplemente le pagare los intereses acordados y no volveré a hacer negocios con el. Ernesto siempre estará allí, encantado de involucrarse en mi siguiente proyecto. Creo que hay que ser cuidodas con las personas puro entusiasmo, he conocido personas que cuando le llevo un proyecto aparentan ser Ernesto eran Raul’es disfrazados.
Gracias por el articulo.
Walter, es un buen punto de vista.
Lo que no me gusta de los «Alejandros» es que tienen tanto miedo de perder que si llegan a perder con una inversión que le ofreciste, no sé si lo superarían fácilmente sin «echar culpas», no asumiendo el riesgo que ellos mismos enfrentaron desde el principio. Si la cosa sale bien, los Alejandros contentísimos, pero si sale mal, algunos reaccionan bien, otros no tan bien. Igualmente puede pasar lo mismo con cualquiera de las personalidades, pero yo prefiero evitar estas posibles situaciones.
Aunque tu aporte, sin dudas es muy noble, de hecho un tiempo hice eso, trataba de incluir a las personas como los Alejandros para que vean que hay otro camino posible que si bien tiene un cierto grado de riesgo, hay negocios que dejan mucha más ganancia, pero nunca logré cambiar la forma de pensar de este tipo de personas y luego dejé de insistir. Y eso que me tenían confianza y hasta el momento no llevé a nadie perder dinero (gracias a Dios), pero el miedo de las personas a veces puede más que todo.
Muy buen aporte Walter, diste una postura que yo pasé por alto en el artículo.
Saludos,
Martín Omar
INCREIBLE CON QUE SENCILLES ACLARAS SIERTOS TEMAS QUE EN MOMENTOS PARECEN TAN COMPLICADOS!! EXELENTE ARTICULO SALUDOS
Como dirìa hiyosaki, el dinero sin ideas y el dinero se va, una muy buena idea y el dinero llegarà.