Luego de leer el Libro Padre Rico Padre Pobre, algunas personas han considerado que se trata de un libro excelente, de grandes aportes y conceptos claros, pero se lamentan por no haberlo leído en su juventud. Muchas personas piensan “Lo que no hice hasta ahora, ya no lo voy a poder hacer a la edad que tengo” y entonces se resignan a una especie de mala suerte de su destino, por no haber comenzado a educarse financieramente a una edad más temprana.
Pero esta historia real, quizás cambie alguna opinión, luego de ver lo que hizo John Mudd a sus 51 años de edad.
Si bien Kiyosaki aconseja comenzar nuestra preparación financiera desde jóvenes y por supuesto esto significa una gran ventaja, no obstante no quiere decir que la edad sea un impedimento para comenzar la creación de un emprendimiento exitoso.
En este artículo, te acercaré la historia de una persona que decide montar su propio emprendimiento teniendo más de 51 años de edad. Una persona que en su adolescencia tuvo que abandonar sus estudios secundarios para salir a trabajar bajo patrón, en relación de dependencia, prácticamente durante 35 años de su vida.
Es la historia de John Mudd creador de la Real Crisps Company, una fábrica de papas fritas distribuidas en los bares y supermercados de Gales.
La historia de John Mudd
En su adolescencia, John Mudd abandonó sus estudios secundarios para salir a trabajar a un mercado de frutos, más tarde consiguió empleo como repartidor en una panadería y posteriormente como vendedor de salchichas que distribuía con una camioneta.
Había llegado a la edad de 27 años y aquella era toda la experiencia laboral que poseía. Un año más tarde consigue trabajo como vendedor en una empresa en la que tuvo posibilidades de ascenso. Su jefe reconoció las capacidades que John tenía y le dio el cargo de supervisor de ventas en Smiths Crisp, luego se convirtió en el representante de ventas al por mayor y finalmente logró el puesto de gerente de ventas.
Con más de 14 años de trabajo para esa empresa, renunció para aceptar el cargo como gerente de marketing en Bensons Crisp, otra compañía inglesa.
Con el correr del tiempo, John Mudd se dio cuenta de que estaban faltando nuevas opciones de producto en el antiguo mercado de papas fritas artesanales que se vendían en los bares. Llevó su idea a la compañía donde trabajaba, pero los principales de la empresa la rehusaron.
Así fue como teniendo más de 51 años, decidió abandonar aquel puesto en Bensons Crisp y montar su propio emprendimiento.
«Las personas a su alrededor le decían que era una locura justamente por la edad que John tenía. Sin embargo él estaba convencido de que su nuevo producto realmente funcionaría. Pensó además que si fuese despedido de Bensons, ya no tendría tantas oportunidades de conseguir buenos empleos justamente por su edad.»
Decidido a correr el riesgo, logró que un viejo compañero se sumara al proyecto y con el ahorro de ambos más un préstamo que pidieron al banco, en 1997 alquilaron una fábrica en Gales y contrataron tres empleados. Así fue como empezaron. El mismo John cuenta que comenzó trabajando más de 14 horas por día, durante toda la semana.
Con el tiempo apareció un gran inconveniente a resolver, sus papas fritas resultaban ser muy aceitosas debido a que las freidoras que utilizaban eran anticuadas. El problema era que ya habían invertido todo su capital y tenían un préstamo bancario que sostener, así que ya no disponían de dinero para comprar la nueva maquinaria necesaria.
John Mudd tuvo que tomar una decisión difícil y triste según él. Tenía que conseguir una buena suma de dinero para mejorar la producción de su producto, o su empresa se iría a la ruina. Así fue como resolvió vender el 80 % de su compañía a otra firma.
A partir de entonces las ventas no dejaron de crecer y sus papas fritas se convirtieron en un verdadero éxito en los supermercados y pubs.
A base de determinación y esfuerzo, John Mudd pudo llevar adelante dos decisiones cruciales para el éxito de su emprendimiento. Primero abandonar su trabajo “seguro” en relación de dependencia teniendo más de 51 años, y luego vender a tiempo el mayor porcentaje de su compañía.
Pudo ser realista, pensó una solución para salvar su compañía y finalmente lo logró.
Actualmente con más de 59 años, John Mudd es Jefe de Marketing de la empresa y se quedó con el 16% la compañía, que está valuada en más de un millón y medio de dólares.
Al día de hoy, John se siente satisfecho cada vez que encuentra las papas Real Crisps entre los productos de supermercado, sabe que él fue quien inició todo y nos demuestra que:
«Para un espíritu emprendedor, no hay límites de edad.»
Anima a otros compartiendo esta historia y deja tu comentario.
Te saluda cordialmente,
Martín Omar
Hola Omar, con gusto de saludarte. Fíjate que yo tuve un buen negocio y no supe administrarlo, ahora me DECÍA ya me están ganando las prisas por que tengo 48 años. Pero como siempre, con todos estos testimonios nos levantas el animo por que tengo que iniciar un nuevo negocio, se que es un poco complicado por que me quede sin dinero, pero se que lo haré. GRACIAS!
hola me nombreo es alejandra salome caysahuana
hace muchos años quise poner un negocio y no podía tenia miedo
ahora mi puse un negocio mio propio ese mido se me fue no tengo miedo a nada mas bien fortalecer , por eso quiero su consejo mándame como markitiar ayuda por fa quiero estrategia atentamente alejandra
Alejandra, un gusto saludarte, estamos sumando varios artículos relacionados al Marketing, te los voy a estar enviando por email a medida que los vayamos publicando.
Saludos,
Martín Omar
Omar excelente ejemplo para los que ya no nos cocemos al primer hervor, te agradezco la atencion que DIOS te bendiga.
me parece un excelente ejemplo de constancia y perseverancia sentirse desafiado emprender algo nuevo en la vida cueando ya falta poco para el retiro me siento identificada con Jonh Mudo; porque yo acabo de cumplir 55 años y he comenzado un negocio de multinivel gracias a los libros de Rober que he leido y lo estoy haciendo a gran velocidad porque se que no me quedan muchas fuerzas se que lo lograre con la ayuda de Dios y gracias a los consejos, orientaciones que recibo por este medio. Gracias Omar por tus consejos y tus publicaciones que Dios te bendiga grandemente.
Fantástico!!, siempre hay una oportunidad, nunca debemos dejar de soñar.
Martín; cada dia el ser humano debe amanecer con un sueño que se puede hacer realidad, cuesta mucho pero no imposible, es la actitud y la fuerza motivadora que ponemos, personas que ya tenemos mas de 40 años, sigamos adelante mas aún con la experiencia vivida, agradezco por estos ejemplos dados.
Martin: Muy buenas noches. Realmente, es muy interesante y gratificante el ejemplo y la clara decisión del objetivo desarrollado por John Mudd. Yo actualmente me encuentro en una situación muy parecida, y cada día hago algo nuevo porque mi propio negocio sea mejor, no es fácil, pero es una experiencia motivadotra y retadora.
buenas tardes atodos muy buena la historia por que muchas personas creemos que la molloria de edad es un impedimento para cumplir con un sueño.
y le deseo mucha suerte a Rosa lupe y mucho exitos en su proyecto.
CELBRO LA HISTORIA DE JOHN MUDD PUES ME DOY CUENTA QUE NINGUN MOMENTO ES TARDIO , CUANDO REALMENTE EXISTE UN ESPIRITU EMPRENDEDOR GRACIAS POR ESTA HISTORIA ME DA LA ESPERANZA YO
TAMBIEN TENGO 51 AÑOS INFINITAMENTE AGRADECIDA , AHORA SE CON CERTEZA QUE LO QUE ESTOY HACIENDO TENDRA EL EXITO ESPERADO
Buenas noches a todos…de verdad excelente la historia, y motivadora gracias, martin omar, de verdad que los hechos y no las opiniones son las que debemos creer y comprobar…particularmente siempre he pensado que para no actuar, existen las excusas, existen las barreras que solo nosotros ponemos en nuestra mente por temor…pero ni la edad, ni el color de piel, ni absolutamente nada en el mundo, te puede arrancar un sueño…solo uno mismo puede hacerlo…gracias excelente relato.