Los productos que utilizamos a diario, llegaron a nuestras manos porque alguien logró convertir una idea o deseo, en un negocio.
Bette Nesmith Graham era una mujer que se encontraba con un panorama realmente desfavorable para iniciar un emprendimiento. No tenía trabajo, estaba recién divorciada y tenía un hijo que mantener, pero contaba con dos cosas esencial: una idea y un gran espíritu para desarrollarla.
Bette nació el año 1924 en Dallas, Texas. Se divorció de su primer esposo a sus 22 años de edad y decidió velozmente aprender a mecanografiar para conseguir un trabajo como secretaria. Recién divorciada, sin trabajo y con un hijo al que mantener, no podía perder tiempo.
Así fue como obtuvo su primer trabajo en el Texas Bank & Trust. Con el tiempo, logró el cargo de secretaria ejecutiva, el puesto más alto en las empresas para las mujeres de esa época, aunque en verdad, su vocación siempre fue ser artista. Para ganar un poco de dinero extra, la empresa le pagaba para que pintara algunos motivos festivos en las ventanas del banco.
Cómo convertir un error, en un producto de venta masiva.
A Bette le molestaba desperdiciar gran cantidad de tiempo y de papel, debido a los pequeños errores que diariamente se producían al escribir a máquina. Su veta artística la llevó a un pensamiento:
“Cuando los artistas pintan pueden corregir sus errores sin tener que borrar ni desechar el lienzo, sino que siempre pintan encima del error. ¿Entonces por qué no hacer lo mismo en la mecanografía?”
Esta idea la llevó a inventar el conocido Liquid Paper.
En la cocina de su casa y tan solo con una batidora, témperas y agua, empezó creando este producto que llevaba a su trabajo todos los días y cada vez que surgía un error, ella pasaba ese líquido con un pincel y esperaba que secara para después poder escribir por encima. Sus compañeros de trabajo, al ver la efectividad del producto, comenzaron a pedirle prestado su “líquido corrector”.
Comenzó a hacerle algunas mejoras a su producto, y junto a su hijo y amigos, empezaron a envasarlo en la cochera de su casa. Así fue como iniciaron el negocio en 1956, la Mistake Out Company, distribuyendo pequeñas botellitas del corrector líquido.
La demanda no dejaba de crecer pero aunque trabajaban de noche y los fines de semana, las ganancias no eran grandes.
La situación cambió radicalmente cuando su jefe decide despedirla. Una vez más, Bette se encuentra sin trabajo pero con la necesidad de seguir adelante.
“Debido a que me encontraba sin empleo, tuve mayor tiempo disponible para dedicarme tiempo completo a mi nuevo proyecto.”
Se ocupó de perfeccionar el corrector, consiguió la colaboración del profesor de química de su hijo, la de un empleado de fábrica de pintura y la de un distribuidor de suministros de oficina.
Así fue como en 1958, una revista describió el producto y comenzaron los pedidos desde todo el país.
En 1962 Bette se casó con Robert Graham quien empezó a manejar la compañía junto a ella. Con el trabajo y empeño de ambos, lograron pasar de vender 500 a 5000 botellas entre 1963 y 1964.
“En 1967 la ganancia llegaba al millón de dólares por año.”
Su segundo matrimonio se deterioró y en 1975 se divorció por segunda vez. Decide trasladar la oficina central de la compañía a Dallas, modificar el nombre de su producto y crear la Liquid Paper Corporation. El crecimiento comercial no dejó de crecer y en 1976 fabricaba más de 25 millones de botellas.
«Luego vendió su empresa por 47,5 millones de dólares.»
Con su dinero, entre otras cosa, creó dos fundaciones para “apoyar el bienestar de las mujeres”. Bette Nesmith Graham fue una mujer emprendedora y un gran ejemplo de cómo frente a una crisis, se puede tener creatividad y convertir una situación adversa en una gran oportunidad.
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Te dejo mis cordiales saludos,
Martín Omar
Muchas gracias por estas motivantes historias
Hola Martin
Es tan favorecedor leer tus articulos, sobre todo cuando las cosas no te van bien… nos animas a que no nos dejemos vencer
Sigue con tus publicaciones tan hermosas
muy interesante, la historia de Bette Nesmith Graham, en verdad solo es decisión de uno para crear nuestro propio negocio. Gracias Martin espero seguir recibiendo mas historias que puedan ayudarme a tener una mentalidad financiera
Me encanto la historia!!!
Es imprecionante ver hasta donde te puede llevar la necesidad y la creatividad juntas!!!
Mujer de extraordinario caracter, a pesar de los reveses de la vida supo maniobrar el timón a puerto seguro, felicidades Martín por iluminarnos con tremendas historias las cuales sirvirán de faros en las vidas de miles, quizás millones. A mi ya me ha iluminado, y me ha forzado a seguir instruyéndome en las finanzas, un millón de gracias Martín. Enhorabuena, felicidades.
es muy agradable saber que el tiempo es el que nos ayuda a perfeccionar cada día, pero un complemento a este es la idea de negocio que se obtenga y las ganas de sacar a la luz.
Todo cuanto he leido es muy alentador, sobre todo cuando se esta pasando por una situacion dificil, leer aprender compartir ideas es muy interesante y le hacen a uno reflexionar de que en este mundo de muchos cambios y donde todo gira alrededor economico tenemos la oportunidad de recibir esta clase de informacion tan util y necesaria para realizar un cambio de total beneficio para nuestras vidas ¡MUCHAS GRACIAS MARTIN¡
Felicitaciones amigo Martín, que inspirador y motivador es la historia de algunos que llegaron a conseguir lo que plasmaron en sus mentes, no se como pero lo lograron, en mi caso aun estoy lejos de eso ojala algún día escribas mi historia.
Decidí formar una sociedad con el sueño de tener éxito en los negocios pero no me va bien, y tus comentarios me dan fuerzas para seguir insistiendo en lo que deseo.
Gracias por todo.
Excelentisimo articulo Martin Omar, Gracias por compartirlo, no tengo palabras para describir la interesante historia y de como aprovechar la crisis. Saludos Cordiales Martin Omar y te deseo muchos Exitos……………………………
Estas historias son maravillosas y ha veces siento que pude haber sido una de ellas, porque ne siento identificado. Sin embargo todavía deseo hacer algo pero el problema es como actuar y no desesperarse ante la adversidades, a veces pienso que no he tenido las necesidades suficientes como para lanzarme al charco y nadar, y como decimos algunos «El miedo no deja pelear». Saludos cordiales y gracias por estas ayudas maravillosas.
Gerardo Patarroyo Roa.
Desde Villeta-Cundinamarca
Colombia