Tupperware es el nombre de los reconocidos productos de plástico que se utilizan para almacenar y congelar alimentos.
En su momento revolucionaron el mercado y al día de hoy se siguen comercializando por todo el mundo.
Muchos conocen los productos, pero pocos saben la interesante historia que hay detrás de esta empresa.
Si bien el señor Earl Tupper fue el creador de este gran producto, el éxito de sus ventas y quien realmente transformó a esos envases en una firma perdurable fue Brownie Wise. Una mujer que supo aprovechar su capacidad para relacionarse con las personas e idear una excepcional fórmula de “marketing”.
Los inicios de la empresa Tupperware
Earl Tupper (1907-1983) comenzó creando recipientes de plástico que permitieran conservar y guardar alimentos. En 1938 fundó la Earl S. Tupper Company en Massachussets, EE.UU, pero no con grandes éxitos. Si bien sus productos eran útiles y novedosos, las personas desconfiaban del plástico debido a que las costumbres por aquellas épocas eran guardar los alimentos únicamente en envases de vidrio o metal.
El éxito llegaría de la mano de Brownie Wise (1913-1992). Brownie era una mujer divorciada con un hijo por criar y mantener. Trabajaba constantemente y en diferentes empleos; como necesitaba dinero extra se convirtió en vendedora en la Stanley Home Products, una compañía de productos de cocina y limpieza que les permitía vender sus productos desde su casa. Esto resultaba de gran ventaja ya que podía cumplir con sus otras obligaciones laborales.
Cierta vez la señora Brownie recibió como regalo algunos productos Tupperware, y quedó encantada al descubrir el sellado hermético que traían los envases para mantener la frescura de los alimentos.
La señora Brownie no tardó en sumar aquellos envases a sus ventas, pero en lugar de salir a ofrecer el producto, juntaba a sus amigas y vecinas en su casa. Sus ventas empezaron a ser extraordinarias y se dio cuenta de que la manera en que la firma estaba comercializando el producto no era la adecuada, al tener un sistema sellador era necesario una venta más personal. Había que explicar el producto y hacer demostraciones: mostrar las formas de las tapas, los beneficios del sellado hermético y la utilidad del plástico.
Wise escribió a la compañía Tupperware y consiguió que la autorizaran a vender sus productos a través de su sistema de “Reuniones Hogareñas”. Al poco tiempo había logrado vender muchos más productos que cualquier otro distribuidor. En 1951 Earl Tupper la contrata como Vicepresidenta de la compañía, encargada del nuevo sistema de ventas retirando todos los productos de locales y tiendas, para centrarse exclusivamente en las Reuniones Hogareñas.
Wise comenzó a capacitar con este modo de venta, a un montón de mujeres para expandir el negocio. Las Fiestas Tuperware resultaban de gran éxito y las mujeres se daban cuenta de que podían ganar dinero sin salir de sus casas.
Quizás lo más significativo fue que Wise animó a muchísimas mujeres a tener confianza en sí mismas, insertándolas en el mundo laboral de una manera novedosa, dándoles la posibilidad de manejar sus horarios y ganar mucho más dinero, pudiendo convertirse en líderes zonales y creciendo en la capacidad de hablar en público con confianza.
Las vendedoras comenzaron a propagar el producto y además eran retribuidas en celebraciones anuales de la compañía, recibían electrodomésticos y abrigos de pieles como premios.
En un mundo de hombres, el éxito de esta mujer resultaba toda una primicia. La empresa crecía y la invitaban a entrevistas, aparecía en periódicos y revistas, hasta llegar a ser la primera mujer que apareció en la portada de la renombrada revista Business Week.
Debido a su fama y a que Wise se había situado como la imagen visible de la compañía, pronto comenzaron las disputas con Earl Tupper. El dueño de la empresa, se sintió molesto cuando la prensa empezó a centrar el éxito del producto exclusivamente en Brownie Wise. La situación llego a tal punto que comenzaron a forcejear por el dominio de la empresa, y en 1958 Earl despide a Wise de la compañía.
Por su parte Wise continuó aplicando su sistema de venta directa en el lanzamiento de una empresa de cosméticos y al poco tiempo Earl Tupper vendió la compañía y continuó inventando utensillos en una isla que compró en América Central.
Ambos se retiraron pronto y ninguno de los dos volvió a tener el gran éxito que obtuvieron con Tupperware, pero para ese entonces, ya habían logrado una buena suma de dinero.
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Se podrían realizar cinco artículos más con esta historia, tiene un contenido muy rico para analizar y útil:
• Visión: Earl Tupper fue un adelantado fabricando productos en plástico y Brownie Wise fue una adelantada en cuanto a implementar las ventas directas de este tipo de productos.
• Perseverancia: Earl Tupper creó un producto demasiado novedoso y lo estaba ofreciendo de una manera incorrecta, pero no se dejó desanimar y durante unos cuantos años le hizo frente a las adversidades. Para cuando Wise conoció los productos Tupper, Earl estaba preparado para el éxito, esperándolo en perseverancia.
• Acierto: Earl contrató a Wise porque estaba más capacitada que él para llevar adelante el Marketing y las ventas de la empresa, una de las claves del éxito empresarial: contratar personas más calificadas e inteligentes que nosotros mismos.
• Error: Anteponer el ego y los celos por sobre el beneficio de la empresa. No veo que sea un problema que Wise tomara cada vez más notoriedad como la cara visible de la empresa. Evidentemente, Earl opinó distinto (quizás yo no sepa algunos datos que él sí).
Espero que este análisis que hice para ti, te sea útil para implementar a futuro algunas de estas ideas y conceptos en tu propio negocio. Recomiéndalo en las redes sociales y deja tu comentario.
Te dejo mis saludos,
Martín Omar
Hola. Buena historia comprendo que en el mundo de los negocios uno tiene lo que otro no tiene y si se complementan podrían ser eficientes en construir un gran negocio pero es eso los celos el ego la mala ambición lo que hacen pelear a las personas. Y también lo vi en otras cosas de la vida.
hola viejo, pienso que en esta historia de las personas y las empresas no escapa la justa razon del sentido comun que no es el comun de los sentidos , ciertamente los egos y lo que significa no dejaron ver el bosque y se concentraron solamente de lo eztraordinario del evento , es decir del arbol . gracias y saludos viejo.
Jajaja disen que es de calidad y que lo acen ellos y la.realidad es que se ace en pet de occidente una empresa de baja calidad desde que me entere me de asco waaakala
una de las claves del éxito empresarial es, contratar personas más calificadas e inteligentes que nosotros mismos. muy buena frase
Hola Martin, un articulo muy interesante y excelente como todos, no puedo juzgar la actitud del sr. Tupper, porque no se las razones verdaderas que tubo para despedir a la sra. Wise, pero con todo y eso, el trabajo realizado por la señora Wise fue excelente e innovador y estaba haciendo que el sr. Tupper obtubiera mejores ganacias, esto me hace recordar las palabras que me dijera un empresario cuando yo asumi la responsabilidad del Dpto. Industrial de su compañia; El dijo: «No me importa pagarte mas cada mes, porque al hacerlo sabre que las ventas han mejorado, y por consiguiente mis ganancias tambien han aumentado.» Gracias, por preocuparte cada dia para que la comunidad reciba los mejores articulos, saludos cordiales.
Alex, ese empresario, era una persona inteligente. Esa frase que te dijo está ligada a un pensamiento de abundancia y no de escasez.
Cuando era más chico trabajé en algunas fábricas, y por lo general, había como un común denominador entre los dueños de fábricas del mismo rubro, que era esto de alarmarse cuando un empleado que cobraba comisión, un mes se llevaba buen dinero porque habían realizado una buena producción. En vez de ponerse contentos porque ese empleado les estaba generando ingresos, se ponían nerviosos porque el empleado había ganado mucho.
Hoy, viendo a lo que llegaron esas personas, estoy convencido que podrían haber generado mucho más dinero si cambiaban el chip mental.
En cambio, la persona que fue mi mentor, un empresario, se ponía contento cada vez que yo generaba un buen dinero de comisiones, de hecho me felicitaba. Él, al igual que tu jefe, comprendía el concepto de abundancia, entendía que para generar más, tenía que ocuparse en que sus empleados ganen más, y esto se logra ideando un sistema en que todas las partes ganen, el concepto ganar – ganar.
Un negocio en el que solo uno gana y todos los demás pierden, no tiene futuro.
Saludos y muchas gracias por aportar el comentario.
Martín Omar.
Estoy totalmente de acuerdo con sus comentarios, los negocios en donde todas las partes ganan van a ser pieza fundamental de la nueva economía en todos los países. Los negocios de redes de mercadeo (en su mayoría), son muestra de ello y en las últimas décadas se han multiplicado velozmente.
Gracias Martín por compartir estos interesantes artículos y espero pronto puedas redactar algo referente a los negocios de network marketing.
Saludos desde México!!!
Yo tenía 6 años cuando conocí la metodología de ventas Tupper Ware, una vecina tuvo mucho éxito, se compro un VW nuevo, contrato a una tía mía (hermana de mi padre) fueron exitosas y tal ves mal vistas por su visión… Desafortunadamente sufrieron un accidente en ese auto la Señora Beatriz falleció, mi Tía nunca volvió a trabajar, tiene un matrimonio feliz y estable… Martín Omar gracias por compartir la historia me hace recordar
Excelente articulo Martin, como se vio se debe anteponer los celos personales en bien de la empresa.