Este artículo es música para el oído de cualquier persona que tenga corazón de emprendedor. Genera mucha más energía que un video exclusivo de motivación por el solo hecho de ser testimonios reales, relatados por personas comunes que un día decidieron lanzarse a la aventura de conquistar su sueño: el negocio propio.
Una recopilación en video y texto que es oro puro: 12 minutos de situaciones conflictivas a las que se enfrentaron cuando decidieron iniciar su emprendimiento.
El video:
Las frases más destacadas del video
Así fueron los inicios de todos estos proyectos que terminaron siendo empresas exitosas:
“Las primeras visitas que yo hice a diferentes administraciones públicas, era curioso un poco la cara de poker general que yo encontraba, yo he tenido sensación de que la gente pensaba: Este chico o fuma o bebe a las mañanas porque está diciendo unas cosas muy extrañas.”
“Tu llegas ahí, con 22 años, saliendo de la Universidad y lo único que llevas a tus espaldas es muchas ganas, enorme cantidades de ignorancia y eso sí, mucho valor, como los toreros. La falta de experiencia en el mundo empresarial es algo que desgraciadamente se aprende a las tortas.”
“Durante mucho tiempo estuvimos intentando obtener la financiación para poder arrancar como proveedores de Internet, nos costó casi dos años conseguir la financiación, no la conseguíamos y finalmente, yo tenía una moto y la vendí para empezar el proyecto.”
“Vendí un coche, vendí una moto que tenía también. Siempre me han gustado mucho las motos de hecho era mi método de desplazamiento habitual. Con esto más algo que me prestó mi madre, empezamos.”
“Cuando yo iba a hacer presentaciones para buscar financiación, en los periódicos todo estaba lleno de “quiebra este, quiebra el otro, ojito con los empresarios de Internet y mucho cuidado con meter dinero en internet”. Para mi fue muy muy difícil encontrar financiación.”
“Estamos resolviendo un problema de la sociedad y el estado sería el que tendría que apoyar de una manera significativa nuestros proyectos y no lo hace, no hay una sensibilidad real, eso lo tuvimos que resolver como siempre, yendo al banco.”
“Empecé a pasar mi proyectito por los bancos y los directores de los bancos me daban el consejo que no era momento de invertir, y yo les decía:
– Yo no estoy invirtiendo nada, porque no tengo una peseta, yo vengo a pedir un crédito porque tengo que trabajar, y es mí momento, para mi sí que es el momento.”
“Yo no tenía empleados, no teníamos oficinas, no teníamos recursos, nuestros padres no eran empresarios, nadie nos avaló, nadie nos dio una subvención, solo teníamos un activo que era nuestro proyecto. Es cierto que vas a llegar a la entidad financiera y te van a decir:
Cuentas el año pasado: No tengo.
Activos: No tengo.
Avales: No tengo.
Pero te escuchan.”
“Yo estaba más tiempo en los bancos que en la empresa al principio. Mi horario era clarísimo de 8/9 de la mañana hasta las 11, era visitar bancos para convencerlos de que este proyecto tenía futuro. Y al final te entienden y cuando te ven la gente confía en ti, y si te ven que eres una persona honrada que vas con ilusión por la vida, que tu único interés es crear una riqueza intelectual y social y empresarial, al final lo entienden, al final te respetan y al final te apoyan.”
“Se trata de generar negocio, ¿no es esto un banco?, pues déme el dinero que yo genero el negocio y se lo devuelvo.
Era difícil. A la gente supongo que le caeríamos bien, o nos veían tan inconcientes y tan animados que dirían:
– O se pegan la gran torta o les irá bien.”
“Y me dice mi padre:
– “¿Tú lo ves claro?”
Y le dije
– ¿Claro?, ¿cómo lo voy a ver si es muy complicado?, ¡yo no veo nada claro!
Y me dice “No No” y me señaló con su dedo índice en la cabeza, recuerdo perfectamente la presión que me hizo, me dijo:
– “Aquí, aquí dentro, ¿tu lo ves claro?”
Y contesté:
– Yo veo la mejor unidad de diálisis de España.
Y entonces me dice:
– Toma, aquí tienes el piso.
Hipotecamos el piso de mis padres y ya mejor que no siga contando porque los siguientes dos años fueron horribles.”
“Una cosa muy importante es la frialdad con que tienes que tratar las cosas, está muy bien la pasión pero también la frialdad, sino, en el mundo de los negocios…”
“Los inicios siempre son difíciles, es empezar en un mundo donde desconoces, es el mundo empresarial, de las finanzas de las letras.”
“No conoces como funciona el sector, no conoces los precios, no conoces los canales de distribución.”
“No sabes nada, pero te enteras, vas y preguntas y preguntas y preguntas. ¿Por qué decides que no sé?. Bueno, pues claro, nadie sabemos nada, hasta que lo aprendes.”
“Otra de las cosas que me costó muchísimo a mi, fue que la industria, es decir nuestros proveedores, confiaran en el proyecto porque era un proyecto distinto a todo lo que cualquiera de ellos estaban acostumbrado o incluso podían pensar. Demasiado pionero. Yo recuerdo a proveedores, a directivos de empresas importantes que se me reían casi en la cara.”
“Yo tenía la pinta menos típica de un empresario de éxito. El primer grupo de obreros que contraté desconfiaban de mí, cuando llegué yo y los quería contratar, no querían, tuve que convencerlos.”
“Había prejuicios porque parece complicado que una empresa en Extremadura pueda hacer trabajos o pueda realizar productos punteros en tecnología, pero esto es un concepto equivocado. Hoy en día la tecnología se hace en el sitio más remoto. Lo que hace falta es tener osadía para llevarlo a cabo.”
“Cuando empiezas a trabajar a investigar, que no eres nadie, nadie te ayuda. Y cuando ya eres alguien, entonces todo el mundo quiere ayudarte, pero tu ya no los necesitas.”
“Era un trabajo difícil, no teníamos dinero, los socios fueron abandonando porque no había resultados y tenía un automóvil que me ilusionaba poseer pero tuve que venderlo porque no podíamos pagar la luz de la oficina. Es decir, los principios no son fáciles.”
“Yo pasé de tener un magnífico y maravilloso despacho con tres secretarias a estar en una pequeña habitación con armarios, estanterías llenas de latas y allí con una mesa empecé a montar el proyecto con un papel absolutamente en blanco. Pero esto es bueno, es saludable. Descubrir que los clips se compran en una papelería está muy bien, ¿no? De manera que arrancamos así, literalmente desde cero.”
“Yo tenía un pequeño 600 que hacía de furgoneta y de reparto.”
“Recuerdo en los principios una oficina muy pequeña con una línea de teléfono, ejercer las labores de secretario contable, financiero, o sea hacer todos los papeles con un teléfono e incluso pasarme llamados a mí mismo, es decir que te llamaba un cliente pero tratabas de que viera una estructura detrás de la empresa para que apostara por ella.”
“No teníamos dinero, nosotros mismos hicimos el poster. Evidentemente no podíamos pretender otra cosa que hacer todo nosotros. Recuerdo que la noche anterior al estreno, íbamos por la ciudad empapelando. Llegamos a las nueve de la noche un día y a la una no podíamos más de pegar carteles, fue una experiencia muy buena y nos dimos cuenta realmente del mundo en que estábamos.”
“Lógicamente empezamos pocas personas y teníamos que hacer de todo, desde celadores hasta médicos. Estábamos todo el día, yo pasaba visitas por la mañana, él por las tardes, un fin de semana él, uno yo, las vacaciones nos las dividíamos. Terminábamos el día limpiando la clínica, haciendo las camas, bueno, yo me imagino que es como los comienzos de todos.”
“Evidentemente los primeros años si divides lo que cobras por las horas que dedicas, muchas veces piensas: “¿por qué no me he dedicado a trabajar en otro sitio?”. Eso no es ser emprendedor. Emprendedor es invertir en tu idea, y es ir creyendo en ella hasta que al final, poco a poco le vas dando forma.”
“Vas con mucha ilusión, crees que todo va a salir fenomenal, y te encuentras con que el primer año pss…”
“Nos lo planteamos y dijimos: Tenemos que salir, nos cueste lo que nos cueste y el sacrificio que nos cueste, tenemos que salir.”
“Nosotros hemos pasado por momentos muy duros, pero también es cierto que teníamos un elemento a favor y es en que nosotros teníamos poco que perder. En el peor de los casos nos quedaba volver al manicomio, eso nos ayudaba a seguir hacia adelante.”
“La verdad es que ver la evolución de la empresa es algo realmente emocionante y apasionante porque uno pasa muchos momentos difíciles, muchos momentos en que no sabes si la empresa, se puede morir, tan sencillo como eso.”
“Y siempre en esos momentos difíciles pensaba que de alguna manera tenía que seguir aprentando los dientes y luchando.”
“La ilusión y la fe en el proyecto, te hace vencer todos esos miedos que son muchos.”
“Tienes que competir con grandes monstruos y grandes multinacionales, empresas muy organizadas, muy estructuradas, muy competitivas.”
“En la competencia decían “Mira, empieza la niña esta”, cuando me veían en alguna reunión me decían: ¿qué pasa tú, la niña, bien?. Como no era nadie no había ningún problema, el problema llegó cuando empecé a ser competencia, que decían – jummm… ¿qué pasa aquí, dónde va esta?”
“Y fuimos puerta por puerta viendo qué nos ofrecían y a qué precios y enterándonos un poco y calculando con nuestros conocimientos quién nos daba la mejor opción y a quién se lo veía con más aplomo y menos posibilidades de timarnos.”
“Entonces yo no tenía ni idea de vender y cuando llego a la entrada pensé “¿y bueno ahora qué le digo?”, me daba vergüenza y esto no es para mí. Me día la vuelta y me fui, pero cuando había recorrido cien pasos más o menos digo “bueno vamos a ver” yo tengo que subir como sea, y entré directamente y allí pues salió lo que salió, o sea que no era tan difícil como yo pensaba, simplemente explicar los producto. Me compró el primer intento, el primer contrato. Fue pequeñísimo pero yo salí de ahí fuerte, con una fuerza impresionante.”
“Tuvimos la suerte de que alguien muy atrevido nos compró las primeras unidades. Nuestra empresa hace embarcaciones de todo tipo.”
“Decidimos que teníamos que probar fuera de España a ver qué pasaba y así empezamos, además empezamos a lo heavy: Japón, Alemania y Estados Unidos. Nos pegaron de ostias, las que quieras, pero bueno, aprendimos mucho.”
“Al cabo de unos días, suena el teléfono “le llama la Sra. tal de Holanda” entonces automáticamente a mí me cogió una cierta sensación de culpabilidad y pensaba si le habrán gustado, si le habrá ido bien, si los habrá vendido y cojo el teléfono y me dice: Oiga, fantástico, ya los he vendido todos, quiero trescientos más. En aquel momento yo me di cuenta que nosotros teníamos un gran negocio en potencial en el exterior. Y a partir de ahí empieza nuestra aventura internacional.”
“Y luego me preguntaban: ¿cómo haz empezado a exportar?, digo pues: he cogido en una mano la maleta, en la otra el muestrario, en la cabeza me he puesto la boina y me he ido por el mundo.”
“Me daba vergüenza entrar a una feria. Me ponía en la puerta y decía: “uff… ¿quién entra ahí? madre mía”. Parecía que todo el mundo era superior. Hubo que quitarse muchos complejos para poder salir. Y yo creo que gracias a eso, hemos logrado salir adelante.”
“La rueda empezaba a girar y bueno pues claro, no es lo mismo cuando gira la rueda en Estados Unidos que cuando gira en España, no fue fácil, pero tuvimos la suerte de vender a cuatro o cinco tiendas conocidas de Los Ángeles que utilizan como referencia los estilistas de Hollywood para vestir a los actores en series y películas. Sorprendió a todo el mundo porque todavía no habíamos colocado más de mil prendas en todo el mercado, más de mil camisetas que bueno ya se veían en series de televisión, en producciones importantes de Hollywood como Jackie Brown de Tarantino.”
A pesar de todas las dificultades, estas personas lograron seguir adelante y montar su propia empresa.
Ahora quisiera hacerte una pregunta. Si todas estas personas comunes, con todos estos problemas, inexperiencia y miedos pudieron cumplir su sueño igual:
¿Por qué razón tú no podrías?
“El límite de lo posible y lo imposible, está en tu mente.”
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Espero que este artículo te haya sido de ayuda.
Te dejo mis saludos,
Martín Omar
El video es propiedad de la web: emprendedorestv.com
Gracias por compartir esto con nosotros. Buenas tardes