Sophia Amoruso es una joven de 22 años de edad que logró algo realmente muy difícil. A su edad, sin títulos universitarios, sin contactos que pudieran ayudarla y con apenas un sueldo promedio como empleada, pudo crear en 5 años una de las marcas de indumentaria femeninas más reconocidas de nuestro tiempo.
¿Cómo lo hizo?…
¿Cuánto dinero vale una simple habilidad bien enfocada?
El año 2006 la encontró a Sophia con 22 años de edad, habiendo abandonado su estudio universitario, viviendo con su tía en San Francisco, Estados Unidos, y harta de trabajar como recepcionista en una escuela de arte. Decidió entonces probar suerte con lo que realmente le gustaba hacer y le salía bien.
Desde pequeña a Sophia le encantaba jugar en un establecimiento de su abuelo, disfrutaba pasar horas en una habitación que usaban como depósito de objetos de todo tipo.
Se divertía inspeccionando entre cajones y cajas, buscando prendas, adornos y cualquier objeto que pudiera descubrir, cosas que para el resto carecían de importancia, pero que para ella representaban grandes tesoros.
Cuando fue creciendo, aquel juego se convirtió en una especie de entrenamiento, ya que desarrolló la habilidad de encontrar buenos productos, entre tandas de ropas que la gente se deshacía por poco dinero.
Con su gusto y personalidad, lograba encontrarles un look particular a las prendas que conseguía como baratijas, en ferias o subastas de ropa usada. Decidió entonces comenzar su propio negocio a través de eBay vendiendo “ropa vintage”.
Juntó algunos pocos dólares, se mudó de ciudad e inició Nasty Gal, nombre con el que dio vida a su nuevo emprendimiento.
Buscando ayuda hizo nuevos contactos y amistades, que luego comenzaron a trabajar para ella. El éxito fue inmediato, lograba vender las baratijas a precios impensados, como comprueba la anécdota de un abrigo de Chanel que encontró en un puesto de ropa usada del Ejército de Salvación y que terminó vendiéndolo en más de $10.000 dólares.
En pocos años logró transformar su marca en un verdadero estilo internacional; a su venta de ropa y accesorios vintage, agregó prendas diseñadas por ella misma apuntando a un público joven, sexy y divertido.
Vendiendo y promocionando sus productos a través de eBay, Facebook, Twitter e Instagram, Sophia Amoruso logró hacer su propia clientela y consiguió fans en todo el mundo.
Con semejante éxito, ya no fue necesario continuar vendiendo a través de eBay, logró tener su propio estudio y su propia página en internet, facturar varios millones de dólares al año, y posicionarse como una de las jóvenes empresarias más exitosas de la web.
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Este artículo nos recuerda que muchas veces buscamos “la semilla del negocio” por fuera, cuando todos tenemos una habilidad dentro, que puede ser explotada y monetizada. En el caso de Sophia Amoruso, su habilidad era su buen gusto para seleccionar y combinar prendas baratas, transformándolas en artículos más costosos a través del “nuevo valor” que su habilidad le proporcionaba.
Existen otros casos más típicos, como los que se relacionan con la comida, donde hay una persona a la que continuamente le halagan su forma de cocinar y comienza a desarrollar un negocio alrededor de ese talento.
“La unión de una simple habilidad + acción + talento empresarial
crea fortunas inimaginables”.
Siempre me quedó grabada la forma en que Kiyosaki expresó cómo uno de sus proyectos comenzó a darle una gran cantidad de dinero, cuando logró armar todo el circuito de su primer gran negocio (hasta él mismo estaba sorprendido):
“El dinero comenzó a llegar en carretillas”.
Su habilidad inicial, fue simplemente ver una necesidad de una cartera de velcro para surfistas y unir eso a su talento empresarial (algo que fue adquiriendo junto a su Padre Rico).
Las preguntas que tengo para hacerte son:
• ¿Estás consciente de cuáles son tus talentos?, ¿podrías mencionarlos?
• ¿Le das a tus talentos la importancia que se merecen?
• ¿Estás teniendo en cuenta de explotar esas habilidades en un negocio?
• ¿Cómo creerías que podría ayudarte a generar dinero HOY?
Recuerda que tu talento no tiene por qué ser algo extraordinario, ya vimos que pueden ser cosas aparentemente muy simples: tener buen criterio estético, saber cocinar bien, tener empatía con la gente, generar confianza, ser bueno comunicando, ser bueno contando historias, contando chistes, proyectando, ser ordenado, con los números, con una excelente memoria, alguna actividad manual, etc.
Me gustaría que dejaras un comentario debajo, respondiendo a las 4 preguntas, hablando sobre tus talentos.
Te dejo un cordial saludo,
Martín Omar
Saludos Martin Omar, soy gran seguidor de lo que publicas por este medio. Mi gran sueño es llevar un mensaje positivo a personas que así lo requieran, creo tener el talento de motivador, ya que muchas personas me lo han hecho saber. En mi País Venezuela actualmente la crisis que estamos confrontando es muy grave, sin embargo y a pesar de las circunstancias, no me amilano en lo absoluto, no deja de afectarme claro esta, pero prosigo a la meta. No se como comenzar este sueño a pesar de mis 59 años a cumplir el próximo 18 de este mes, considero que el éxito no tiene edad, podrás orientarme al respecto de como comenzar a motivar a la gente. Gracias saludos cordiales.
Hola Carlos, tengo una propuesta para hacerte que creo te va a interesar porque está directamente ligada a lo que me comentás. Te escribo a tu email.
Saludos,
Martín Omar.
Mil gracias. Dios te bendiga Martín.
excelente me encanta ademas la releo a cada momento y hoy fue especial
Muchisimas gracias martin, me dijiste justo lo que necesitaba leer, trabajare en mi cresimiento personal, en cada una de las cosas que mencionaste, terminare mi carrera, y al mismo tiempo trabajare para lo de mi futuro negocio, gracias por el articulo, espero seguir recibiendo tus articulos a mi correo, mis mejores deseos para ti, exito, y un cordial saludo.
Hola martin, me alegra que hayan personas como tu, con ese espiritu motivador, gracias por tu gran ayuda, por ahora lo que quisiera es tener una total claridad de los talentos que poseo y como monetizarlo, pero sobretodo disfrutar al hacerlo, creo que unas de las razones del porque no tengo claro cuales son mis talentos, es porque jamas he querido decepcionar a mis padres, para ellos lo mas recomendable es seguir la vida de receta, es decir: tener un titulo, conseguir un buen trabajo bien pagado, tener hijos etc. Y ahora a mitad de mi carrera me siento en una encrucijada, con ganas de experimentar nuevos horizontes, con unas inmensas ganas de montar un negocio, aunque aun no tengo la plata, pero buscaría la manera de tenerla, solo que me encuentro dudosa, pienso graduarme, pero también quiero un negocio, aunque a mis papas no les agradarian la idea, me pondran mas trabas. Es frustrante. Saludos, exito.
Hola Cane, quiero que sepas que por lo general, cuando estás a mitad de algo (que va a durar un cierto tiempo), es muy probable que tengas ganas de hacer otra cosa, porque estar tanto tiempo en algo, aburre, sea una carrera, un negocio, o lo que sea. Cuando estás «en la mitad», ya pusiste mucho esfuerzo y no viste muchos resultados, y eso desmotiva un poco. Pero son las reglas del juego.
En tu pensamiento, creo que lo que te frustra no es tanto lo que tus papás posiblemente te dirán, sino que ni vos tenés del todo en claro lo que querés. Por un lado decís que querés terminar la carrera, pero como ahora tenés ganas de hacer otra cosa, estás en ese dilema. Aunque tus papás te dijeran que hagas lo que quieras, me parece que no tenés esa decisión tomada internamente. Querés poner sobre tus papás el peso de un problema que en realidad ni siquiera tenés resuelto vos.
Decís que como no tenés dinero, estás dispuesta a buscarle una solución a eso, para empezar un negocio. Pero aunque querés terminar la carrera, no estás dispuesta a seguir estudiando y buscar una solución para generar dinero a la vez. (Hay personas que sí estuvieron dispuestas a hacerlo, y gracias a eso, en vez de quejarse por lo que no tenían, buscaron darle una solución al problema con lo que tenían: El año que menos trabajé y más dinero hice)
Si realmente querés forjarte como una persona de negocios, vas a tener que trabajar en puntos de tu crecimiento personal:
– Dejar de culpar a los demás.
– Definir qué es lo que realmente querés hacer de tu vida.
– Establecer un plan para la meta que te propusiste.
– No guiarte tanto por tus cambios de ánimo, sino más bien por lo que tenés que hacer para lograr llegar a esa meta (para algo trazaste un plan, para no andar saltando de una actividad a la otra sin rumbo).
Si hoy te valés por vos misma, tus padres seguramente van a poder emitir una opinión pero no exigirte tanto. Pero si tus padres te dan vivienda, pagan los impuestos de la vivienda, te dan de comer, te pagan los estudios, pagan por tu salud, creo que tienen derecho a opinar por tu vida y exigirte ciertas cosas, porque ellos no son un «banco» que te dan dinero para que hagas lo que quieras sin preguntarte nada. Imaginate si tuvieras un negocio con un socio, en el que vos ponés el 100% del dinero para el negocio, pero tu socio no te deja opinar, ni tomar ninguna decisión por el negocio, y aunque veas que él está tomando caminos que creés malos para el negocio no podés decir nada, ¿te parecería justo?
Si sería una carrera que odiás, te diría que lo hables con tus papás, pero si es una carrera que querés hacerla y estás a la mitad, te diría que quizás sería mejor que la termines y mientras te vas preparando para formar tu negocio. Porque terminar esta carrera también va a forjar tu personalidad, como una mujer de negocios, como alguien que no deja un proyecto a la mitad porque surgió otra cosa que hoy le interesa más.
A mi me parece que si es una carrera que querés, podés tratar de meter más materias para recibirte antes en vez de dejar la carrera, y de esa manera, podrías dedicarte a un negocio por completo antes. Y así, estaría todo dentro de un plan más razonable, un plan al que podrías ponerle fechas, definir tiempos, establecer metas.
Saludos,
Martín Omar.
Martin , saludos y mucho agradecimiento por los artículos que envías, muy útiles y aplicables, junto con mi esposo estoy abriendo un consultorio médico y tu aportes me alientan y animan a seguir adelante.