- Silvia Balian, miembro de nuestra comunidad, nos regala 5 anécdotas breves de familiares y amigos, que te harán pasar un buen rato.
1) El baño postergado
Un primo tenía un pequeño taller de zapatos finos de dama en los años 50, en cooperativa con sus amigos. El taller tenía un solo baño. Un día llegó un inspector de la municipalidad y los intimó a construir un baño más.
Mi primo le explicó que estaban recién empezando, que eran muy pocas personas trabajando, y que en ese momento no podían darse el lujo de parar la producción, ni de invertir dinero que no tenían, en otro baño. Por lo que el inspector le sugirió solicitar una prórroga.
Y así pasaron los años, solicitando extensiones, extensiones y extensiones de la prórroga.
“Un buen administrador, busca postergar los gastos, y acelerar los cobros.” – Martín Omar.
2) Divide y reinarás
Hace casi 50 años un amigo tenía un terreno grande cerca de una estación de tren, y decidió construir un galpón para alquilarlo. Pasaban los meses y no conseguía inquilino para semejante espacio. Buscando la manera de cambiar algo, lo consultó con un agente inmobiliario y éste le sugirió dividirlo en pequeños locales.
Con el tiempo, se transformó en una de las galerías comerciales más importantes del lugar.
“En el sector inmobiliario, todo el mundo conoce las únicas tres palabras que importan: ubicación, ubicación, ubicación.” – Dicho popular.
3) Cómo cobrarle a un cliente en bancarrota
El cliente más importante de mi padre, había entrado en banca rota. Lo llamaba por teléfono para cobrarle, pero obviamente, no sería el único que lo perseguía. Además mi padre consideraba que se había creado una relación cordial durante su trato comercial, por lo cual le molestaba que ni siquiera lo atendiera.
Después de insistir infructuosamente, se dio cuenta que siguiendo por ese camino, no lograría cobrar su deuda, y comenzó a reflexionar sobre las causas que podrían explicar la actitud de su deudor, y decidió escribirle una carta.
En la misma le decía que lamentaba mucho no poder comunicarse con él, pero que consideraba que el motivo era muy grave, que sabía que era un hombre de bien, y que lo que pasaba era seguramente ajeno a su voluntad, y que por eso, le escribía no para presionarlo, sino para decirle que no bajara los brazos, que él podía esperar, que lo más importante era que se recompusiera, porque se imaginaba que estaría muy abatido, y que le escribía estas líneas para animarlo. Llevó la carta y la dejó por debajo de la puerta.
Unos días después, se presentó el hombre ante mi padre, para agradecerle por la carta diciéndole que la había leído llorando y que ninguno de sus acreedores había tenido esa actitud y para mencionarle que apenas se recompusiera, mi padre sería el primero en cobrar.
Con el tiempo, esta persona logró salir adelante, y cumplió con lo que había prometido, pagándole la deuda a mi padre.
“Si quieres que las cosas cambien, no hagas siempre lo mismo.” – Albert Einstein.
4) Tu cliente te dirá lo que necesita
Un amigo de la familia de profesión odontólogo no lograba prosperar. En un viaje a los Estados Unidos vio una máquina que doblaba las telas para fabricar “cintas al bies”, que se utilizaban para realizar terminaciones de prendas, sin la necesidad de hacer dobladillos.
Así comenzaron a producir en pequeñas cantidades en un principio. Luego se dio cuenta que sus clientes necesitaban cordones para zapatillas y compró una máquina para fabricarlos. Y posteriormente hizo lo mismo adquiriendo una máquina para fabricar etiquetas para indumentaria, con el logo de las marcas.
Hoy en día, sus hijos y nietos continúan el negocio en diferentes países, siguiendo con la tradición familiar de estar atento a “las necesidades del mercado”.
“Vista, es lo que ves con tus ojos, visión, es lo que ves con tu mente” – Robert T. Kiyosaki.
5) Un mentor, es quien te muestra el camino
Mi padre tenía una pequeña fábrica de calzado pero la misma fracasó a causa de la quiebra de su cliente más importante. Decidió cerrarla y dedicarse a otra cosa.
Mi abuelo que era anciano, y toda su vida había sido comerciante, le sugirió rematar rápidamente las máquinas para liberar el espacio y usarlo para otra cosa. Pero mi madre lo disuadió porque se avergonzaba del fracaso ante los vecinos.
Así pasó casi un año vendiendo de a poco las máquinas, mientras atendía una zapatería agonizante con la mercadería sobrante, para aparentar con los vecinos que “el negocio seguía funcionando”.
Pasado un tiempo, mi abuelo le volvió a dar el consejo, esta vez le sugirió que liquidara los zapatos, dividiera el taller en dos locales pequeños, cada uno con un baño, para poder rentarlos (alquilarlos).
Siguiendo los consejos de mi abuelo, mi padre obtuvo mensualmente ingresos de dinero por dos alquileres fijos.
Si no hubiera sido por el consejo de mi abuelo, esos activos quizás hubiesen sido unos pasivos para siempre.
“Tu primer activo, es tu mente” – El Padre Rico de Kiyosaki.
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Y de mi parte Silvia, te agradezco por tu gran predisposición para ayudar a otros y por tu aporte desinteresado.
Martín Omar.
Muy buen artículo. Esperamos más como este.
Muy bueno tus consejos, tengo que tener mas decisión para iniciar el negocio.
Silvia, muy buena recopilación. Y las citas ad hoc, al final de cada historia, mejores aún!
Saludos
Alex
gracias por dedicar de su tiempo para enviar estas anécdotas tan enriquecedoras
saludos
este invierno me encontraba sin trabajo,, había ahorrado un poco para viajar 400 kilómetros a visitar a mis nietos que viven en una ciudad pero, quería llevarles un presente y surgió la idea de tejerles algo. Ahí surgió la idea de emprender una venta de tejidos
artesanales.
Muy apropiada motivacion para tiempos economicos tan dificiles.
Gracias por su aportacion.
estas anécdotas son de mucha perseverancia gracias por compartirlos con tus seguidores
Excelente son los casos anecdóticos, muy reflexivos y te llena de entusiasmo para hacer los mismo con la realidad que uno tiene al frente.
Muy bien Martin, tus consejos son como el alimento nutritivo que uno necesita para tomar valor en encaminarte por el sendero correcto del exito.
Gracias.
Soy Silvia, ví la publicación de las anécdotas que aporté, muy impresionada y emocionada. Me hizo muy bien sentir que a alguien le servía. Les mando un gran saludo y en especial a vos Martín por todo lo que hacés.
Y lo mejor es que esto queda en internet, y seguirá ayudando a más personas en el futuro.
Gracias por el aporte Silvia.
Martín Omar.
gracias por esas anecdotas para mi camino de libertad financiera son muy buenas atte ARMY
me encantaron sus anecdotas son tan sencillas y tranquilas que las leí como viendo una pelicula, fueron de gran insumo para mi vida profesional, gracias
Cortos, Practicos y Cruciales!…
mil gracias!