No hay una regla estricta que indique el punto exacto para dar el salto de empleado a dueño de un negocio, pero sí podemos analizar la situación que estamos viviendo para saber qué tan conveniente puede ser este momento. Hay factores que pueden ayudarnos en este análisis y uno de ellos es el “costo de oportunidad”.
Veamos de qué se trata.
Nota: Este artículo surge luego de la consulta que hizo Mary (miembro de nuestra Comunidad):
“Hola Martín, la verdad es que estoy tratando de hacer algo mejor con mi vida y la vida de mi familia, mi esposo tiene un pequeño negocio del cual yo era parte, no estaba mal, disfrutábamos de muchas cosas no extremas pero disfrutábamos mas comer afuera y pasearnos más.
Mi hijo nace El en el año 2000 y yo aún trabajaba con mi esposo en el negocio, pero cuando mi hijo cumplió 7 años todo cambió, el negocio bajo mucho perdimos demasiadas cadenas de restaurantes y no fue lo mismo, viéndonos en esa necesidad tuve que buscar trabajo en otro lado, trabajando para alguien más con la experiencia que tenía.
Soy muy trabajadora y soy una madre muy responsable, me preocupo por mi familia, mi hija es estudiante de college y mi hijo está en Jr. high, el negocio de mi esposo no anda tan bien y mi salario en la compañía que trabajo no está bien pagado, ya que hago mucho más de lo que me pagan, mis jefes son chinos y creo que entenderás ese punto.
Bueno el caso es que he decidido tener una entrada más y si esta me produce más dinero que mi propio salario, dejar mi empleo. Tal vez me estoy apresurando demasiado pero también sé que es necesario hacer algo más. Así que estoy pensando formar un pequeño negocio vendiendo refrigerios a oficinas y vecinos al rededor mío, como (sándwiches con ensalada de frutas u otro tipo de postres) solo que aún no estoy segura si esto funcionaría, entiendo que hay mucha gente que no tiene tiempo de cocinar y esto les vendría bien, o que no hay camionetas vendiendo comida afuera de las empresas, ya que lo he notado en mi lugar de trabajo. Pero me gustaría tener un consejo tuyo.
¿Crees que debo tratar esto por un tiempo, a medio tiempo, o dejar mi empleo por complete y dedicarme a esto?
Por favor me interesaría mucho saber tu comentario.
Muchas Gracias y muchos saludos,
Mary H.”
Saber reconocer el momento exacto para dar el salto de un empleo a un emprendimiento es la duda de muchos, sobre todo porque es un salto rodeado de mucha incertidumbre. La pregunta de Mary es muy coherente y se puede analizar partiendo desde muchas situaciones distintas, pero en este artículo voy a tratar de pegarme a su caso para no hacerlo extenso.
Su situación actual es la de una persona que quiere comenzar a generar un ingreso extra. Tiene la idea de iniciar con algo pequeño, pero no sabe si debería volcarse de lleno a esta actividad, dejando su empleo, o quizás debería comenzar a tiempo parcial.
Existe algo que se llama “costo de oportunidad”, y es una fórmula muy simple que puede ayudarnos.
El costo de oportunidad.
Partiendo de que para aprovechar una oportunidad pagamos un cierto valor, podemos entender que tomar una oportunidad tiene un precio. Por ejemplo, si yo dejo mi empleo para montar mi empresa, parte del costo que estoy pagando es dejar de tener un sueldo fijo y pasar a asumir todos los riesgos del nuevo negocio. Por supuesto que si decido tomar esta oportunidad es porque creo que me será más redituable en el futuro que mi empleo actual.
El costo de oportunidad se podría decir que responde a la siguiente pregunta:
“¿Qué pierdo si el negocio me sale mal?”
Hace unos días, un amigo me comentaba que su hermana llevaba trabajado más de 10 años en una empresa. Ella era encargada de un punto de venta y su trabajo era realmente muy eficiente. Su sector había ganado varios premios por ser uno de los mejores de toda la empresa, su gestión era impecable. Durante esos 10 años habían despedido a muchas personas, pero a ella por el contrario, siempre la felicitaban. El problema era que ella sentía que la “felicitación” no era acompañada por la remuneración que recibía y estaba pensando en iniciar un negocio propio con el dinero que había podido ahorrar durante los últimos años, pero al igual que en el caso de Mary, ella tenía la duda si era el momento adecuado para hacerlo.
Cuando mi amigo me comentó el caso de su hermana, lo primero que le pregunté fue: ¿cuánto cobra actualmente?, y su respuesta provocó una reacción inmediata en mí:
“Que se ponga su propio negocio ya mismo”.
La razón de mi respuesta inmediata.
La hermana de mi amigo cobraba un sueldo muy bajo para las capacidades que yo sabía que poseía. Era educada, trabajadora, estricta consigo misma, cumplidora, responsable, tomaba el control del lugar, creaba circuitos eficientes de trabajo, sabía asignarle la tarea adecuada a cada persona, en 10 años tenía menos de 3 faltas por año y eran todas faltas por casos de enfermedad, hasta un médico se había sorprendido de esta estadística.
Ella podía manejar casi cualquier negocio de venta y atención al público. Conseguir una persona con sus capacidades no es algo fácil y ella, al igual que Mary, sabía que estaba para algo más, como manejar su propio negocio.
Mi respuesta para esta persona fue inmediata “que se ponga su negocio ya mismo”, porque conociendo sus capacidades y lo que estaba cobrando cada mes, sabía perfectamente que con cualquier negocio que le fuera medianamente normal, ganaría mucho más de lo que estaba ganando. Y no estoy diciendo que le tenía que ir muy bien en su negocio, con que le fuera normal bastaba.
Al punto que quiero llegar era que su costo de oportunidad era muy bajo, ¿qué tenía que perder?, si su negocio le iba mal, podía conseguir empleo en cualquier lado con su actitud y experiencia, podía volver a ser empleada cuando quisiera. Pero si le iba bien con su negocio propio, podía llegar a ganar 10 veces más que lo que ganaba cada mes en su empleo actual.
Para el caso de Mary creo que es algo similar. Si su empleo está realmente mal pago, no tiene mucho que perder, y si además, el negocio que está pensando iniciar, puede comenzarlo a medio tiempo para “testear” las ganancias, mucho mejor, porque eso la va a hacer sentir más segura. No pierde de ninguna manera, puede testear el negocio y luego dar el salto sabiendo los resultados que puede obtener si encuentra la forma de crear sistemas eficientes para ofrecer un servicio profesional que pueda destacarse de la competencia.
Un gran análisis con pocas preguntas.
El análisis para responder a la pregunta: ¿es conveniente dejar mi empleo ahora para iniciar mi negocio?, puede partir de tan solo unas pocas preguntas:
1) ¿Cuál es mi costo de oportunidad? (¿Qué puedo perder?)
2) ¿Puedo testear de alguna manera un negocio sin dejar mi empleo por un tiempo?
3) ¿Cuento con las habilidades mínimas necesarias para llevar adelante el negocio que quiero emprender?, ¿puedo mejorarlas?
Y le agregaría una cuarta pregunta muy importante:
4) El premio, si el negocio sale bien, ¿valdrá el esfuerzo?
En el peor de los casos…
Una persona decidió realizar un proyecto social en donde la idea principal era generar empleo para personas con algunas discapacidades mentales, pero que no les impedía realizar ciertos trabajos. Este emprendedor decidió buscar a sus empleados en instituciones y hospitales de salud mental. Un proyecto con una conciencia social realmente sentida, algo muy admirable.
Su frase al analizar el costo de oportunidad quedó muy grabada en mi mente. A la hora de referirse a las consecuencias de si su emprendimiento no salía como esperaba, dijo:
“Nosotros hemos pasado por momentos muy duros, pero también es cierto que teníamos un elemento a favor y es que teníamos poco que perder. En el peor de los casos nos quedaba volver al manicomio, eso nos ayudaba a seguir hacia adelante.”
Cuando “el peor de los casos” es regresar a tu vida habitual,
el costo de oportunidad es muy bajo.
Me gustaría que dejaras un mensaje debajo comentando tu situación actual y el costo de oportunidad que implicaría dejar hoy tu empleo y si crees que es mejor esperar un tiempo por alguna razón, o si tu costo de oportunidad es muy alto porque recibes una buena paga actualmente. La retroalimentación, entre todos, es lo que hará grande a esta Comunidad.
Te dejo un cordial saludo,
Martín Omar
El costo de oportunidad me gusta esta idea es la primera ves que escucho aunque siempre escucho la frase nada se pierde al intentar mas pierde cuando no lo intentas y te quedas con esa duda ..mejor es morir intentando gracias por ser parte de este club de emprendedores…todo empieza por un sueño….busquemos nuestro sueño eso es nuestro gran aliado para vencer nuestros temores…
Hola buenos días!
Yo me recibí hace unos años de diseñadora gráfica! Nunca trabaje de eso ya que me separé en su momento y tuve un hijo y tuve que salir a trabajar de lo que salió! Hoy por hoy trabajo en un local de ropa y a parte con mi actual pareja estamos trabajando con lo que el mundo de la sublimación y el diseño gráfico! Hoy por hoy estoy haciendo ambas cosas.
Pero estoy teniendo la necesidad de dedicarme a lo que me gusta y a lo que yo estudié!
Hice una lista de pros y contras y en el local de ropa lo único es el sueldo fijo que sinceramente no es un buen sueldo!
Con la sublimación ya hace más de un año que estamos hay meses mejores que otros pero también es una realidad que yo teniendo tiempo tengo la posibilidad de producir más…. Que me aconsejas?
Hola Analía, en todo tu planteo, al tema financiero le diste una importancia nivel 99, y nivel 1 a «…estoy teniendo la necesidad de dedicarme a lo que me gusta y a lo que yo estudié!» De hecho, lo planteaste hasta con las palabras correctas «una necesidad (interna)».
Vos querés que yo te diga: «dejá todo, hacé lo que te gusta» ¡jaja! peeero… mi respuesta va a ser menos sentimental y más orientada a la educación financiera. Por empezar voy a invertir el nivel de importancia porque no me podés pedir (justo a mí) que deje la prioridad financiera en el puesto 99 🙂 así que agarrate… esta es mi respuesta…
No conozco un diseñador gráfico que trabaje de eso, y que gane mucho dinero (salvo algún que otro genio). Todos ganan un sueldo de básico a modesto. Por lo cual, financieramente… no va. Al menos no planteado como un empleo ni autoempleo.
Además tenés que comprender lo antes posible esto: hoy es editar imágenes, mañana será el 3D, pasado los tatuajes, o lo que sea… te vas a aburrir de hacer siempre lo mismo, vas a buscar variantes y aprender cosas nuevas… pero… de lo que nunca te vas a liberar, es del arte. Eso es algo que tenés adentro y lo vas a llevar siempre (sé de lo que te hablo).
Entonces, vamos a donde quiero llegar…
• Si lo vas a ver como una fuente de empleo, no dista de tu empleo actual, salvo que hacés lo que te gusta, pero monetariamente no esperes demasiado de eso.
• Si es para sacarte las ganas de diseñar, hacelo en ratos libres, como hobby y bancate que no podés hacerlo todo el tiempo.
• Ahora, si lo vas a hacer como un negocio, apuntando a algo que te de mucho dinero, vas a tener que hacer lo que el negocio necesite. Me refiero a que si es salir a levantar clientes y no tocar un mouse durante todo el día, tenés que hacer eso. Porque ese es el precio a pagar por alcanzar objetivos financieros ligado a lo que te gusta hacer, que si lo mirás desde el lado del arte, vas a estar haciendo lo que te gusta de alguna manera y vas a poder seguir haciéndolo de por vida si el negocio te va bien, porque vas a terminar contratando y dirigiendo a otros diseñadores, porque vas a motorizar el negocio con clientes.
Si vos te portás bien con el negocio al principio, el negocio muy probablemente se porte bien con vos al final, y vas a poder tener todo. Dejá a un lado el negocio por hacer lo que te gusta exclusivamente, y el negocio va a ser tan egoísta como vos para entregarte resultados.
Vas a tener que tomar una decisión y definir plazos. Para armarte un plan financiero que te ayude a esto, te voy a mandar un email.
Saludos,
Martín Omar.
Hola Martin, Mi situacion es totalmente diferente , actualmente tengo un empleo en el cual yo tengo un buen sueldo ( para cuestiones basicas, no lujos) sin embargo esto me ha hecho sacrificar a mi familia, tengo 2 hija pequeñas quienes no entienden el por que su mama debe ir a trabajar, el problema no radica solo ahi si no que el hecho de salir a trabajar implica salir de la ciudad y no verlas hasta el fin de semana. Por otro lado mi esposo esta en esa misma situacion su empleo es también fuera de la ciudad y pues ahi vamos con los gastos necesarios para darles una buena calidad de vida, sin embargo tengo la espina de emprender un negocio relacionado con alimentos, inciar con este proceso implica dejar todo a cambio de compartir mar tiempo con mis hijas. Que pros y contras le ves a esto.
Gracias
Hola Adriana, creo que los pros y contra los tenés más o menos claros. Por todo lo que quisieras cambiar, son los pros, y por todo lo que no lo hiciste hasta ahora, son los contra.
La realidad es que no vas a tener 100% de seguridad al momento de dar el salto, (eso es parte de lo emocionante de emprender), pero la idea es acercarte lo más que puedas a ese porcentaje. Es verdad que en algún momento el negocio propio te va a absorber y vas a tener que dejar tu empleo actual, pero tendrías que concentrarte en buscar una forma de evaluar las posibilidades de éxito que tiene tu negocio, potencialmente.
Y para esto podés empezar a ver cómo les va a los negocios similares en la zona, o en otras zonas similares, ver de armar los números básicos del negocio para ver cuánto dinero se necesita para iniciar los primeros meses, consultar con la gente del lugar si les suena interesante tu negocio, etc. Empezar a evaluar, es avanzar.
Inclusive podés pagarle a otra persona para que te ayude en esta evaluación, o ponerte en sociedad para que tu socio inicie el negocio y luego puedas sumarte físicamente.
Un negocio te exige encontrar soluciones a nuevos temas cada día, por lo tanto, encontrar una solución para comenzar a evaluar el negocio que tenés en mente, es parte de un ejercicio, para una habilidad que todo emprendedor necesita: la de resolver problemas.
Saludos,
Martin Omar.