Esta es una pregunta que me hizo Jossy, miembro de esta comunidad. Como creo que es un tema importante con el que muchas personas pueden sentirse identificadas, me pareció mejor abordarlo en un artículo que toque uno de los ejes centrales de esta cuestión:
¿Por qué aun sabiendo que debo dejar de gastar y pagar mis deudas, no logro hacerlo?
Esta fue la consulta original:
“GRACIAS MARTIN OMAR, me encantan tus artículos y la verdad si me ayudan mucho, también estoy en una racha financiera muy difícil por mi manera de no saber controlar mis finanzas, todo lo que llega a mis manos quisiera fuera mío y me cuesta mucho soltarlo para pagar mis deudas y por tal motivo se han incrementado más y más. Teóricamente sé que cuando se tienen deudas la prioridad debe ser pagarlas, por qué me pasa esto? o sea estoy consciente y aun así no puedo hacerlo.
Un gran abrazo, de antemano agradezco tu tiempo al leer mi mensaje.
Que Dios nuestro señor, te siga bendiciendo rica y abundantemente
Jossy.”
Este problema no es algo que le está pasando solo a Jossy, es un problema que tiene a muchas personas atrapadas en un endeudamiento sin fin, o como diría Kiyosaki, en “la carrera de la rata”.Se destaca el hecho de que Jossy sabe plenamente lo que debería hacer y en su sinceridad pregunta:
¿Por qué no puedo hacer lo que debería, por qué no puedo dejar de gastar dinero y eliminar mis deudas?
A pesar de que ya tenía mi opinión formada para compartirle a Jossy, quise visitar algunos sitios para ver si en algunas páginas de asesoría financiera trataban el tema desde el mismo enfoque, pero quedé realmente desilusionado, hasta un poco molesto. Me molesta mucho cuando alguien explica solamente que el problema por el que uno está metido en deudas y no puede salir de ellas es “porque gasta más de lo que le ingresa”. Dar solo esa explicación sin más aportes, es algo que me suena a poco, es una simple cuenta de sumar y restar que no apunta a la raíz del problema y por sobre todas las cosas no apunta al corazón de la persona. Esa explicación es para dársela a una planilla no a un ser humano. Leí varios artículos que repetían lo mismo, como si solo se tratara de números.
Creo que esto no ayuda a las personas a cambiar, no creo que muchos puedan tener un click mental por la explicación de “estás en deuda porque gastas más de lo que te ingresa”. ¿Cuál se supone que será la reacción?:
“¡Haa!, haz cambiado mi vida, ahora entiendo todo,
gasto más de lo que gano. Voy a cambiarlo.”
(Dudo mucho que ese sea el efecto que produzca).
Y como creo que el enojo y la ira pueden ser productivos si están bien enfocados, me inspiró a hablar sobre uno de los epicentros de este problema.
Anthony Robbins suele decir una frase muy cierta que va a sintetizar mi mensaje:
“No existen personas vagas, solo persona desmotivadas.”
Puede haber varios motivos para que la capacidad de ahorro sea superada por vicios de gastos. Puede ser la educación recibida, un temperamento impulsivo, etc. pero la pregunta correcta para hacernos creo que sería: ¿por qué no estoy motivado para cambiar la situación? (Quizás no esté corriendo tras la zanahoria adecuada).
Partamos de la base de que este problema no se trata de no tener dinero para ahorrar, ese es otro punto, aquí el planteo es: si ajustara mis gastos podría pagar mis deudas, pero por algún motivo no quiero pagarlas y por el contrario, quiero seguir gastando mi dinero en otras cosas impulsivamente.
Querer convencer a tu mente de ahorrar por el solo hecho de bajar las deudas no tiene mucho de motivante, al menos a mí nunca me motivó, lo hice siempre pero no por el solo hecho de “ahorrar” o de “pagar deudas”, siempre debía haber algo más interesante por detrás.
Quizás sería bueno buscar un punto fijo donde mirar cada vez que quieras gastar, un horizonte, algo que tenga un peso para tu vida. Si los negocios te motivan, puedes ponerte un objetivo relacionado la libertad financiera. De eso trata este tema que quiero comentarte.
La técnica de “La Excusa Psicológica Motora” (E.P.M.)
La siguiente teoría que voy a explicar me gusta llamarla “La excusa psicológica motora” (de aquí en adelante la resumiré como E.P.M.). Es una teoría que la comencé a idear tratando de dar solución a mis propios malos hábitos.
Saber lo que tenemos que hacer para estar mejor y no hacerlo, es incoherente, por lo tanto a esa incoherencia mental que tenemos, podemos combatirla con un arma de calibre similar: una “excusa psicológica” que sea el “motor” que impulse el cambio. Aunque sea ilógica.
Ejemplo de E.P.M.
El médico le dice a una paciente con sobrepeso que si no hace dieta, al ritmo que viene adquiriendo volumen, en menos de un año correrá peligro su vida seriamente. La paciente sigue comiendo sin hacer caso. Sus amigas casi llorando le dicen que por favor siga un tratamiento porque ven que está siendo autodestructiva. La mujer sigue comiendo y no se acepta seguir un tratamiento. Su novio le dice que si no se somete a un tratamiento para adelgazar la deja. La mujer, esta vez, acepta.
Pensándolo de una forma muy fría, ¿no suena incoherente que haya aceptado el tratamiento cuando su novio le dijo que la dejaría y no cuando el médico le dijo que su vida correría seriamente peligro?
¿Acaso no estamos llenos de esas incoherencias?
Esto es simplemente porque la “Excusa psicológica motora” de esta persona fue “la amenaza de su novio”. Quizás en otras personas no funcione así y directamente acepten el consejo del médico a primera instancia, pero todos tenemos puntos de incoherencias que pueden no ser tan graves como el del ejemplo, pero que terminan afectando nuestra vida de una u otra manera.
Cada uno tiene que buscar su propia E.P.M. para cada caso, porque la misma no le funcionará a todos por igual.
Ejemplo de E.P.M. aplicado al hábito de mal gastar dinero.
Supongamos que se te ocurre una idea de negocios y quieres probarla, piensas que no es gran cosa, pero crees que puede tener potencial a futuro, o al menos podría ser un inicio. Como no necesitas tanto dinero para probarla, te dices a ti mismo:
“Me gustaría intentarlo, quiero intentarlo, voy a intentarlo”.
Digamos que quieres comprar una máquina expendedora de gaseosas para instalarla en un lugar muy concurrido. Haces cálculos y pones la cifra real que necesitas para comprar la máquina, las gaseosas y el traslado hasta el punto en donde la dejarás. Supongamos que esa suma te da unos $1.000 dólares. Ahora, tu objetivo es juntar esos $1.000 dólares para tu emprendimiento, ahora tú quieres esa máquina, y lo curioso es que no estás dejando de comprar o consumir, solo lo estás haciendo de forma inteligente.
Para llegar a comprar la máquina, primeramente tienes que pagar deudas viejas, quedar en cero deudas y luego sí podrás comprar la máquina. No estás dejando de gastar, vas a gastar esos $1.000 dólares, pero intentando crear un activo. Ya no estás luchando con ahorrar o pagar deudas, sigues odiando cada mes pagar deudas, pero ahora las odiarás porque te están retrasando de llegar a tu objetivo, por lo tanto hasta querrás adelantar pagos si el fin de crear un activo es algo realmente superior en tu vida, si para ti es una buena “Excusa Psicológica Motora”.
Por lo tanto cambiaste una obligación por una motivación. El dilema no era gastar o no gastar, sino en qué gastar. La raíz del problema no está en los números, sino en nuestra mente, en nuestro motor.
Esta misma técnica, se puede usar para eliminar muchos malos hábitos, es algo que estuve elaborando durante largo tiempo y sería bueno contar con tu opinión.
Para algunas personas, la “Excusa Psicológica Motora” para dejar malos hábitos es su familia. Se dicen a sí mismos, por ejemplo “voy a dejar de fumar por mi familia”, o “voy a intentar un negocio propio para darle bienestar a mis hijos”.
Normalmente las excusas se utilizan para algo malo o para evitar un castigo, y mi postura es que se pueden utilizar para algo bueno, como es el hecho de dejar de gastar compulsivamente, entre otras cosas.
Me gustaría que compartieras alguna incoherencia o algún mal hábito que te cuesta dejar, y al mismo tiempo que pienses cuál podría ser tu “Excusa psicológica motora (E.P.M.)” para superarlo.
Si ya has logrado superar un mal hábito, puedes contar brevemente cómo lo hiciste, además de dar tu opinión sobre esta técnica y si crees que esto puede servir a otras personas, comparte el enlace a este artículo.
Te dejo mis saludos,
Martín Omar
Hola Martín, mi incoherencia motora mas grande es decir voy a ahorrar y me gasto todos los días $50 pesos para comer unos maffins deliciosos de una panadería cerca de mi emprendimiento, y hace una semana no lo hago más! Luego de leer este articulo me doy cuenta de muuuucjas más incoherencias en mi vida!
Mi mal hábito son esos gastos llamados «gasto hormiga», donde yo sé que tengo deudas cada cierto tiempo y de pronto voy caminando por la calle y compro unas papas, helado o cosas por el estilo, así se me va acabando el dinero que se supone es para hacer un abono mayor al anterior.
He pensado cuál sería mi E.P.M. y podría ser el hecho de que me gustaría comprar un lote de productos de libre venta al público, o también me gustaría ahorrar para comprarme una moto.